La obra del mes consiste en el sellado de un pozo de bombeo en un edificio residencial de nueva construcción.
En el caso de Valencia, es común que el nivel freático del terreno se encuentre en una cota elevada, por lo que al excavar para realizar la cimentación enseguida se tope con el inconveniente del agua. Para ello se emplean bombas de gran calado para poder realizar la excavación en seco.
Una vez finalizada la obra, las bombas se retiran y los pozos de bombeo deben sellarse para que no entre el agua dentro de la estructura.
En la siguiente imagen se observa el pozo de bombeo una vez retirada la bomba de achique y se encuentra lleno de agua.
Los trabajos de sellado han consistido en:
- Comprobación del nivel freático
- Repicado alrededor del pozo
- Sellado mediante ejecución de un tapón
- Relleno con mortero fluido
Comprobación del nivel freático
Esta es la primera parte y la que determinará la forma de realizar los trabajos. Si el nivel freático se encuentra mucho más elevado que el pozo, serán necesarias bombas de achique auxiliares para poder evacuar el agua que va subiendo por el propio pozo y poder trabajar de una forma adecuada.
Repicado alrededor del pozo
Debemos rebajar parte de la losa de cimentación alrededor del tubo para hacer un cajeado. De esta forma nos aseguramos de que tenemos unos centímetros de margen por si se complica el sellado del pozo y además nos servirá para ejecutar un relleno con mortero fluido de alta resistencia.
Sellado mediante ejecución de un tapón
Para evitar que el agua suba a través del pozo se debe realizar un tapón dentro de él. En este caso se ha utilizado resinas hidroexpansivas, que en contacto con el agua expanden su volumen y rellenan el interior del pozo. Como la presión del agua puede empujar la resina hacia el exterior, se refuerza dicho tapón mediante el vertido de un mortero fluido que tiene una gran resistencia.
Una vez comprobado que el sellado ha tenido éxito, se procede a cortar el tubo del pozo para continuar con los trabajos.
Relleno con mortero fluido
Para finalizar, y como se ha hecho en el paso anterior, el cajeado realizado en la losa de cimentación se rellena con el mismo mortero fluido vertido dentro del pozo.
De esta manera devolvemos a la losa su sección original y además creamos un anclaje mecánico del tapón que evitará la fuga de agua a través del pozo.
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