A la hora de poner en marcha un sistema de refuerzo con fibra de carbono, son varias las opciones a las que se puede recurrir, entre las que se encuentra el refuerzo laminado con fibra de carbono.
El laminado de fibra de carbono lo constituye una banda de FRP con un esqueleto de fibra de carbono contenido en una matriz de resina. Las bandas se suministran en rollos de entre 50 y 150 metros, con una anchura de entre 5 y 10 centímetros, y un espesor habitualmente de 1’4 mm.
Apostar por este tipo de refuerzo es la opción más cómoda y sencilla. Para ello se deberá:
- Preparar el soporte.
- Aplicar la imprimación.
- Aplicar el adhesivo en el soporte y laminado.
- Colocar el laminado.
En este artículo, desde Lemara te explicamos todos los pasos para conseguir un refuerzo laminado con fibra de carbono óptimo.
¿Cómo se prepara el soporte?
Antes de preparar el soporte hay que asegurarse que la superficie es apta para llevar a cabo el refuerzo laminado con fibra de carbono. Esto se produce cuando, la superficie una vez reparada y tratada cumple con:
- La humedad del soporte no supera el 4%.
- La temperatura del soporte es superior a 5º y, además, está 3º por encima del punto de rocío.
- Existe rugosidad entre los grados CSP3 y CSP5 (según ICRI), mediante un ligero desbastado, consiguiendo un mínimo de 75 micras.
- No existan desniveles mayores de 10 milímetros con una regla de 2m; o mayores a 4 milímetros con una regla de 0’3m.
- Resistencia a tracción mínima a 1’5 N/mm2.
En cuanto a la rugosidad de la superficie se ha de llevar a cabo el desbastado con aspiración posterior del polvo. De este modo se conseguirá el cumplimiento del ICRI (International Concrete Repair Institute).
Por lo que respecta a la regularidad has de saber que, en caso de no cumplir las condiciones expuestas, hay riesgo de efecto puente y/o concentración de tensiones.
Llevar a cabo esta preparación es fundamental, ya que el éxito o el fracaso del refuerzo laminado con fibra de carbono dependerá de ello. El hecho de trabajar por adherencia hace que la superficie del hormigón tenga que transmitir las tensiones tangenciales que se generan al entrar en carga la estructura. De esta forma se convertirán en fuerzas de tracción que soportarán las fibras de carbono del laminado.
Aplicación de la imprimación del refuerzo
La imprimación es una resina epoxi bicomponente cuya aplicación es previa a colocar el adhesivo. La finalidad de ello es sellar la porosidad y las oquedades del soporte, evitando que se formen burbujas de aire y garantizando la adherencia.
A la hora de realizar la imprimación se ha de hacer con un rodillo de pelo corto, o bien con una brocha, como si de pintura se tratase. Aplícala sobre la superficie en la que se vaya a colocar posteriormente el laminado de fibra de carbono.
Para llevar a cabo la aplicación, el consumo será de uno 200-300 g/m2, dependiendo de la rugosidad del soporte.
Cuando hayas aplicado la imprimación deberás esperar hasta poder aplicar el adhesivo. El tiempo de espera vendrá marcado por el fabricante del producto empleado.
Aplicación del adhesivo en el soporte
Transcurrido el tiempo necesario, para aplicar el adhesivo lo primero que se debe hacer es medir y cortar las bandas en base a las medidas necesarias. Posteriormente se limpian con acetona y se dejan preparadas.
El adhesivo, un vez preparado, se aplica tanto en el soporte como en el laminado:
- El espesor en el soporte de hormigón ha de ser entre 1-2 milímetros. Su aplicación será con espátula.
- El espesor en el laminado será siempre inferior a 2 milímetros.
¿Cómo colocar el laminado de fibra de carbono?
Aplicado el adhesivo se va colocando el laminado en las zonas a reforzar, apretándolo contra la superficie con un rodillo metálico para conseguir que el material rebose y la banda quede adherida y sin aire. La viscosidad del adhesivo para las temperaturas ambiente permitirá que el refuerzo quede fijado sin recurrir al apuntalamiento.
Los materiales que sobren a la hora de realizar el refuerzo con laminado de fibra de carbono por los laterales, los retiraremos para que la ejecución sea lo más limpia y correcta posible. Si esperas a que se endurezca, solo se podrá eliminar con medios mecánicos.
Un aspecto clave en el momento de colocar el laminado es el anclaje. Y es que el laminado de fibra de carbono es unidireccional y, por tanto, anisótropo. Esto se traduce en que es un material que solo resiste esfuerzos en la longitud de las fibras, de manera que las bandas no permiten anclajes para ser fijados o, de lo contrario, las tensiones acabarían produciendo rasgados.
Para que la colocación del laminado sea la correcta será necesaria una longitud de anclaje mínima por prolongación recta. En caso de no ser posible, se tendrán que diseñar dispositivos especiales de anclaje que trabajen sobre las fibras, bien por adhesión y/o presión, y no como elementos pasantes.
La forma más común de adherir el laminado es sobre una pletina metálica con la misma amplitud, y con una longitud variable. Éste se anclará a través de pernos o conectores al soporte.
Realizar un refuerzo estructural con laminado de fibra de carbono es una tarea apta únicamente para profesionales, quienes llevarán a cabo las acciones necesarias de forma efectiva y segura.
Si necesitas llevar a cabo cualquier tipo de refuerzo estructural en Lemara contamos con un equipo profesional con experiencia en este tipo de soluciones. ¡Contáctanos y acaba con los problemas en tu vivienda!